Para aprovechar al máximo la energía solar se ha orientado toda la zona de día hacia el sur (cocina, comedor y salón) y se han colocado las habitaciones y el baño al norte pero aprovechando este y oeste para ubicar las ventanas de los dormitorios, reduciendo al mínimo los huecos abiertos a norte, que es la peor orientación posible energéticamente hablando para colocar una ventana.

Además, toda la casa está rodeada por un alero que proporciona sombra a las ventanas minimizando la radiación solar en verano, por lo que se reduce la acumulación de calor manteniendo la casa fresca cuando el sol es más vertical. Sin embargo en invierno el sol entra en la casa porque incide manera más horizontal, ayudando a acumular más calor dentro de la casa gracias a la inercia térmica del pavimento.

Uno de los puntos clave de una vivienda diseñada bajo el estándar Passivhaus es optimizar las orientaciones, pero también lo son la eliminación de los puentes térmicos, invertir en unas buenas carpinterías y controlar la hermeticidad de la casa. Todo esto se ha tenido en cuenta dentro del diseño de esta vivienda contemporánea.

Las carpinterías utilizadas son de PVC con triple acristalamiento con dos cámaras intermedias y vidrios de baja emisividad. Éste es el mejor estándar que se puede conseguir en el mercado.

Además se incorpora un recuperador de calor para aclimatar el aire del exterior antes de introducirlo dentro de la casa, de manera que al no entrar tan frío se reducen las pérdidas de calor en el interior.

Todas estas técnicas se utilizan con el objetivo de mejorar el confort de la vivienda y reducir los consumos.