Rehabilitación energética de casa molinera
¡Que entre la luz!
Este es un proyecto de reforma de una pequeña casa molinera en el barrio de San Pedro Regalado de Valladolid.
La idea principal es aprovechar la buena orientación de la casa que recibe todo el sol a través del patio gracias a que está orientado a sur, y mejorar todo el aislamiento de la casa así como solucionar las peculiaridades técnicas para impedir que salgan humedades a través del suelo en las paredes de la casa, una patología muy habitual en estas construcciones antiguas.
Con estas medidas, además de ganar en confort y modernizar la vivienda haciéndola más cálida y agradable, conseguiremos reducir muchísimo los consumos de calefacción para siempre. Éstas viviendas suelen requerir un coste de calefacción en invierno en torno a 200€ mensuales y con este diseño podemos reducirlo en torno a 50€.
Vista de la cocina hacia el patio.
Cocina grande y luminosa
Este tipo de casas molineras con patio son muy antiguas, de los años 60. Fueron construidas con unos buenos muros estructurales pero sin aislamiento térmico, y el área que ocupa la vivienda es pequeño, generando habitaciones muy pequeñas.
Con este diseño se ha buscado sacar la cocina del volumen estándar de la vivienda hacia el patio, consiguiendo una cocina muy grande y luminosa y ganando espacio interior para tener un salón abierto diáfano en la planta baja.
Con esto se mantiene la ventilación cruzada en la vivienda, y se agrupa toda la zona de dormitorios en la planta superior.
Una habitación versátil
En el piso superior se agrupan las estancias que necesitan mayor privacidad.
Al realizar una nueva distribución se consiguen estancias más grandes a la vez que se moderniza el baño.
Una de las estancias va a ser utilizada como oficina. Como este uso es compatible con la visión de lo que hay dentro, se ha decidido colocar un cerramiento acristalado para tener mayor sensación de amplitud, lo que además hace muy luminosa la escalera de subida.
En un futuro, esta estancia puede funcionar como segunda habitación de la casa, por ejemplo para los peques, cerrando las cristaleras.
* Tomando el sol *
El último rincón de la vivienda es la terraza ganada sobre la ampliación de la cocina, un perfecto solarium par aprovechar el verano.
Gracias al sistema de cubierta plana y al aislamiento exterior tipo SATE incorporado a la vivienda, se ha mejorado enormemente la eficiencia energética de la antigua casa.
Como guinda del pastel, se ha remplazado completamente la cubierta existente para poder colocar un aislamiento bajo las tejas, y se ha incorporado una batería de paneles solares para autogenerar electricidad que alimentará el consumo de la casa.
¿Te ha sorprendido todo el potencial que le hemos sacado a esta pequeña vivienda?
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